El cementerio fue establecido en el siglo XV (la tumba más antigua data de 1439 y pertenece al poeta y erudito Avigdor Karo), y continuó en funciones hasta 1787. Fue ampliado en varias ocasiones de una manera no convencional: Debido a la imposibilidad de aumentar la superficie, según parece porque los cristianos no quisieron vender más terreno, y al no poder tocar las sepulturas de los ya enterrados (según su tradición) se procedió a agregar capa sobre capa de sepulturas, por lo que pueden verse lápidas de distintos períodos asomando a la superficie de la tierra. Hay unas 12 mil lápidas, amontonadas, renegridas, inclinadas y gastadas por los siglos, pero se dice que deben de descansar allí los restos de unos 30.000 judíos (que se dice pronto).
Por cierto comentar que si el cementerio siguió en pie despues de la Segunda Guerra Mundial no fue por otra cosa que la intención de Hitler de establecer alli un museo de lo que fue una "raza exterminada",manda......
Otra peculiaridad esq en los cementerios judíos no hay flores, sino que para recordar a los muertos dejan pequeñas piedrecitas en las lápidas con mensajes bajo ellas.
este si que me parece uno de esos cementerios que se deben visitar. Debe de ser espeluznante y a la vez conmovedor, no? Praga es una de tantas asignaturas pendientes..
ResponderEliminar