Debo reconocer que esta semana ha sido de lo más variopinta, ha habido un poco de todo para bien y para mal. La cosa empezó con la serie Carnival Row, que sinceramente no me ha dicho mucho. Es entretenida sin más. Eso sí, la ambientación es espectacular, la trama, no tanto.
Por iniciativa de los niños, el sábado por la mañana decidimos que era buen momento para ver el último capítulo de Hora de aventuras. Ellos ya lo habían visto, pero como saben que siempre me ha gustado mucho insistieron en que no podía perdérmelo. Fue una idea genial. Ha sido un final divertido y redondo, me ha encantado el punto Princesa Chicle-Marcelino ^_^
Tenía la película de Amundsen en el punto de mira desde hace mucho tiempo, pero es de esas cosas que tienes anotadas y terminas olvidando. El caso, es que la vimos en familia y como fan que soy de los exploradores y del descubrimiento del Polo Sur, la disfruté un montón. Debo decir que me cabreó bastante que Amundsen fuera como era. Odio que retraten tanto a personajes que admiro y los conviertan en personas "reales" llenas de defectos...
Y por último el cabreo de la semana, porque si no hay cabreo peliculero, no sería una semana realmente mía. El jilguero es una magnífico libro, una auténtica obra maestra que me fascinó y disfruté un montón, así que imaginaos las expectativas que tenía con la película. Pues mal, porque no está a la altura. Le dan un protagonismo a Nicole Kidman que en el libro no tiene y la relación entre Boris y Theo que en el libro es sin duda lo mejor de lo mejor no está para nada conseguida por la falta absoluta de química entre los actores. En fin, que no, que es una pena, pero no me ha gustado.
